Porqué el amor
no es civilizado,
ni pecado,
ni sosiego,
ni orgasmos en color.
Porqué el amor
no es volver
con la frente marchita*
ni la cabeza sentada
en terciopelo de plata,
en noches alumbradas
por los Lumière.
Porqué el amor
es el tiempo
de dos mundos inciertos
de décadas indomias
diferentes, deferentes y sin ley.
De vivencias ya pasadas
situaciones acordadas
navegando entre dos aguas:
una transparente, límpia y clara.
Como el poema
-éste-
que crece
siempre impar**,
como nosotros:
sin norma,
sin sentido,
ni a la par.
Para escribir, cada día,
(contigo)
un verso más.
* verso adaptado de Volver de Carlos Gardel.
* Este poema consta de 4 estrofas de 5, 7, 9 i 11 versos respectivamente.