A mi tía Vicky, In memoriam.
Me estiro.
Alcanzo al largo horizonte,
ese azul inalcanzable
de tacto impropio y cercano,
sublima mi corazón.
Me duermo.
Pincelo al aire oleadas
y vuelo libre en ascenso,
sin golondrinas que vuelvan,
ni recuerdos que contar.
Respiro.
Ahora que ya no quiero
me sale el aire que exhalo,
sonrío a la tierra firme
y me tapo a dormitar.
Mi letargo es lozanía
para tu pies y tu andar.
Me estiro, duermo, respiro,
y despiértame al llegar.