A Arancha y Noelia (ejercicio en panocho).
Ande las vi?
Tras un campo de vacas,
en bardiza de alambres:
delante un chepao andaban.
Salieron desde San Xil
chuminá que yo no entiendo.
No es ni inicio ni es fin.
ya que es pueblo sin copero.
Pero suerte de aquel taxi,
que las dejó justo allí:
y con mochila a la espalda
caminaron tras de mí.
Ajuntaera hicimos,
saludando un “Buen Camino”,
y hablando una media hora,
magdalenas nos comimos.
Endimás de lo que hablamos,
(no fué por escarcuñar)
me contaron lo que hacían
dónde iban y demás.
No por voluntad, ni asombro,
avancé sin saludar,
sin esperar su reposo,
dejándolas más atrás.
Con una cuerva en las manos
y cascaruja en miajas
me adentré en un hospedaje
a mindanguear a mis anchas.
En Portomarín por asombro,
me las volví a encontrar
mesmicamente sonriendo
volvieron a saludar.
Lo que el orage no dice:
la magia silva en la fosca,
los caminos que se cruzan,
si hay aurrusco, viento sopla.
Nos vimos en la zudiá
aquella gran Compostela:
yo con Murcia comencé
y mi camino, con ellas.